¡ENTÉRATE! SOBRE LA ATENCIÓN DE ANCIANOS CON ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS.
Algunos padecimientos o lesiones neurológicas de la edad avanzada son la Demencia o enfermedad de Alzheimer, lesiones traumáticas cerebrales, la enfermedad de Parkinson y accidentes cerebrovasculares, cuya incidencia va en aumento. Como parte del proceso natural del envejecimiento, las capacidades funcionales se van deteriorando teniendo una base neurológica que se menciona en 50% de pacientes. El 9% de personas de 65 a 69 años o más de edad, y más de la mitad de los mayores de 85 años, necesitan alguna forma de ayuda para realizar las actividades de la vida diaria (AVD) complejas o que requieren el uso de equipos.
En el cerebro van ocurriendo alteraciones en funciones fisiológicas, en especial aquellas relacionadas con la memoria, retraso de funciones centrales y disminución del peso del cerebro. También ocurre disminución de la fuerza muscular, retraso de la marcha y movimientos asociados, reducción de reflejos profundos y alteraciones de la sensibilidad todo ello debido a modificaciones desde el sistema nervioso. Dentro de los aspectos psíquicos es frecuente la alteración de la memoria, de manera que adquirir nuevos conocimientos y convertirlos de memoria de trabajo a memoria de larga duración va disminuyendo en el proceso de envejecer. Otras situaciones que se presentan en general son dificultades para dormir, que ameritan estudio cuidadoso para su adecuada atención.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala un valor especial a la promoción de la salud, considerada el proceso que permite al individuo aumentar el control de su propia salud en el afán de mejorarla. De manera que la constituyen aquellas acciones encaminadas a cambiar estilos de vida nocivos. Por otro lado la prevención puede ser primaria: hace alusión a las medidas que evitan la exposición de los individuos a agentes que ponen la salud en riesgo; la prevención secundaria se dirige a disminuir la gravedad o progresión de cierta enfermedad; y la prevención terciaria está encaminada a intervenciones que disminuyan la muerte y/o discapacidad, a través de reforzar la rehabilitación, evitación de recaídas o recurrencia de la enfermedad. Cobra suma relevancia la rehabilitación para evitar el deterioro del funcionamiento social y ocupacional. Además de que la rehabilitación es una necesidad de la salud pública especialmente en las enfermedades crónicas tales como esclerosis múltiple, Enfermedad de Parkinson, consecuencias de enfermedad cerebrovascular o lesión cerebral traumática.
El objetivo de la rehabilitación neurológica es atender los eventos agudos desde el hospital y continuarlos posteriormente en la casa. Los apoyos necesarios por supuesto deben incluir la medicina física, fármacos, nutrición, apoyo social y psicológico, terapia ocupacional, entre otros, de acuerdo al caso. Toma también en cuenta que en la neurología geriátrica la cantidad de síntomas no se explican exclusivamente por un único proceso patológico. Por tanto la intervención fisioterapéutica va a depender de los déficits en las capacidades funcionales, grado de competencia, necesidad de apoyo social de acuerdo a la edad del paciente y las enfermedades que presenta y que pueden ser diversas. En Ceriel te apoyamos para un estudio interdisciplinar.
Garbellini, D. (2005). Fisioterapia aplicada a los ancianos con enfermedades neurológicas. En Rubens, J., & da Silva, J. (Eds.), Fisioterapia Geriátrica (131-150). Madrid: McGraw-Hill.
Organización Mundial de la Salud (2006). Trastornos neurológicos, desafíos para la salud pública. Recuperado de: http://www1.paho.org/hq/dmdocuments/2008/Trastornos_Neurologicos.pdf